Este domingo pasado ha sido una de las mejores salidas de pesca del año y probablemente de los dos últimos años. No por la cantidad de pesca sino por la compañía (Emilio y Nacho) y la zona (Noroeste total!!!). Es muy gratificante volver a pescar con un gran compañero después de casi dos años y con el lujo de llevar además un barquero competente
Pues eso, echamos la zodiac bien temprano y pusimos rumbo a una zona muy tranquila para calentar y ver si las lubinas hacían aparición pero fue casi "capote"; un pinto y un par de sargos de ración.
Ya con el calentamiento hecho nos fuimos a la costa más bonita que creo se puede ver en nuestra zona OS AGUILLONS, para mí un sitio increíble.
A pesar de que el mar estaba "plato" para lo que es habitual en la zona y no se movía mucho pescado vale la pena pescar allí, por el fondo, la visibilidad, el agua caliente, el ambiente que dan los cantiles y picachos, todo se junta para hacer una jornada inolvidable.
Eso sí, el sitio es exigente: corriente, una ola de metro a metro y medio que viene directa al bajo y que hay que controlar en todo momento si no quieres acabar como un percebe pegado a la piedra.
En una de las picadas y subiendo por la pared del cantil veo en un picacho una "volada" de sargos que quitan el hipo, podía haber varios cientos de ellos y se aguantaban en la misma rompiente, como no entran a las esperas que les hago (esperitas es lo que yo hago), decido hacer el gañán y subir pegado al cantil hasta donde están: pincho, hago fondo y remonto la pared, cuando estoy a seis o siete metros, veo que detrás del picacho hay una grieta y de ella comienza a salir una procesión de robalos impresionantes. Impresionantes por el tamaño y la cantidad. Como veo que no van entrar aleteo para cortarles trayectoría, me fijo en uno y solo en uno para no "cegarme" y disparo a unos dos metros, el tiro no es bueno y le entra por el medio del cuerpo, en la arrancada se lleva unos 15 metros de carrete y tira en horizontal y yo nadando como un poseso tras él; recuperación como si lo pescase a curricán y abrazo y mano a las agallas. Estoy reventado pero ha valido la pena, llamo al patrón y me subo a la zodiac. Satisfecho, muy satisfecho; y eso que el tiro no ha sido bueno pero gracias al carrete lo he recuperado.
Decido que ya he cumplido y me quedo descansando.
Cuando mi compañero vuelve trae cara de disgusto ha mirado una grieta y un bolo y nos dice antes de subir: "He visto unos "tronchos" muy buenos pero no he podido tirarles", yo cojo al bicho y le digo: "Cómo este o más grande?". Vaya risas al verle la cara.
. Menos guapos nos llamó de casi todo.
Emilio se queda un rato a dar un repaso por la zona y se trae un lubina bonita. Es una gozada verlo pescar, impresionante las bajadas, la técnica, como controla la serie de olas sin levantar ni la cabeza. Un pescador de cine y eso que estaba tocado de sinusitis.
Poco más pescamos pero el día ha sido memorable.
P.D.- El "niño" pesó 6'100 (redondeado a la baja), prometo que de esta colgaré alguna foto aunque no me gusta.