Yo pensando el tema lo veo de dos maneras y el asunto es decidir cuál de los dos es más beneficioso.
Está claro que quedan fuera las palas asimétricas, dado que claramente tienen su postura.
Referente a las simétricas
Si se mantiene la misma postura, como decís, la pala se puede llegar a adaptar a la forma del pie (calzante), zonas de la aleta etc…pero todo esto entiendo en que se traducirá con el tiempo en una deformación del producto inicial, que si inicialmente tenía una forma, será porque se considera la óptima ¿no?
Por otro lado veo algo bueno en ir alternándolas, y es que al tener seguramente diferentes solicitaciones dependiendo del pie que las pongas y partiendo de que no ejercemos ni la misma fuerza ni los mismos ángulos con las mismas piernas, pues el material nunca trabajara con cargas iguales y repetitivas, por lo que los fallos por fatigas se reducirán, a la par que tardara más tiempo en tener posibles deformaciones.
Resumiendo en estos momentos veo ventajas y desventajas en ambos métodos.