Hola a todos, otra vez estoy por aqui, que ya era hora jejeje. Entre exámenes y temporales no hay manera de encontrar el momento de ir al agua, pero el miércoles pude escaparme un rato por la mañana.
Fue un día esplendido, sol, calor, agua fría, y ligero toque de mar de fondo. Me cambio y me lastro bien para contrarrestar el efecto del mar de fondo y que no me zarandeara en demasía. Ya en el agua me recorre esa sensación de estar nervioso, ansioso de ver algo de movimiento... Pronto me pongo manos a la obra con las esperas, en la décima bajada me sitúo en un pasillo por el que entra con bastante fuerza el agua, se ve bastante comezón y bancos de salemas y otros peces, me escondo un poco para que no me moleste mucho la corriente y tras unos cuantos segundos aparece un espetón pegado a la piedra que tengo enfrente con que no me la juego hasta que se aparta de ella, pero cuando decido apretar el gatillo ya es tarde y el tiro se torna muy complicado, entre su posición y el mar de fondo, el tiro se me desvía.
Continúo y durante una hora no veo nada, se me encalla la boya en las piedras y me hace pasarlas canutas para sacarla, en estos momentos es cuando te dan ganas de tirarlo todo a tomar por c... Pero ya que estoy, me relajo y sigo a lo mío.
Fondeo la boya en un sitio chulo y me pongo a hacer esperas por la zona. Veo una piedra que me parece bastante adecuada para hacer unas esperas a unos 5 metros de fondo. Primera espera y me entra un robalo por la espalda que tal cual viene se marcha... Sigo en la misma piedra, segunda espera, entra uno decidido que muere de un tiro instintivo y preciso. Tercera espera, misma piedra, aparece una sombra que delata la forma de otro robalo, esta vez algo mas grande, no se decide, vienen lisas, no lo veo, lo llamo, ughh ughh, para, se da la vuelta, viene viene, afino...y otra vez preciso a las agallas. 3 esperas en una piedra, 2 robalos...Hay que ser pesao jejeje.
Me muevo unos metros y encuentro otra piedra con muy buena pinta, esta vez para empezar con un acecho y terminar con una espera, empiezo el acecho a 5 metros y subo un poco hasta los 3 metros, la piedra sube casi hasta superficie. Empiezan a salir lisas y entre ellas aparece otro Labrax que no me ha visto, asi que le llamo, deja de nadar y empieza a bajar hacia mi, me encara, le encaro y disparo. Aqui doy por concluida la jornada.
Os dejo el vídeo de lo que he podido salvar porque la mar de fondo me movío la camara de angulo y se grabó todo fatal!