Buenas
Ayer salimos de nuevo mi amigo Fernando y yo. Después de un fin de semana alargado desde la noche de San Juan hasta el domingo, en el que se bebió de todo y más, no esperaba siquiera poder pescar, por lo que incluso nos planteamos ir un ratito con el barco y las cañas
.
Pero la brisa que hacía nos hizo decidirnos por ir con todo el equipo a probar suerte.
Estivimos primero (como siempre) cogiendo unas viejas y calentando un poco, y como vimos que no estábamos tan perjudicados, decidimos tocar un par de sitios más.
El jurel estaba en una cueva en la que los suelo ver, pero siempre se me escapan. Esta vez bajé apuntando hacia el lado por el que salen corriendo pero mirando al fondo de la cueva
.... no encendí la linterna, vi cómo dos cosas blancas se acercaban hacia mi, y que poco a poco se iban definiendo como los morritos de dos jureles
...que poco a poco se me acercaban... el de detrás era mayor, así que lo esperé mientras el otro me miraba muy de cerca y ¡pum! ...se vino para casa. El segundo se quedó en la cueva, pero como el primero había levantado un poco de arena, pues tuve que encender la linterna, lo que hizo que huyera cual correcaminos perseguido por el coyote
Y el sargo... el sargo me lo encontré flotando en el agua